El mirador es una gran característica de diseño de las casas modernas. Nada puede igualar el encanto de estas grandes aberturas, siempre que se coloquen en los lugares adecuados. Estas grandes superficies acristaladas se utilizan sobre todo para iluminar el salón.
Pero recientemente, las tendencias actuales están dando a los dormitorios la oportunidad de disfrutar de algo más que una ventana de 1,20m2. ¿Cuáles son las ventajas de instalarlas en su sala privada? Hablamos de ello.
Una apertura para remediar la falta de luz
Una habitación que adolece de falta de luz natural puede parecer abrumadora, sobre todo si también hay falta de espacio. Sin embargo, cada dormitorio tiene su propio potencial, que un simple ventanal como el de la gama Janneau puede hacer valer con encanto.
Con una abertura de varios metros, se invita a la luz del día, filtrada a través de la pared de cristal transparente. Más que una solución estética, la elección de instalar un mirador es una invitación a contemplar el paisaje sin salir necesariamente al exterior.
Uno se olvida del límite entre el jardín y la casa y se contenta con admirar la vista, disfrutar de la luz y aprovecharla, sea cual sea la estación del año. El coste del dispositivo es bastante elevado en comparación con una puerta clásica. El mirador es la solución ideal para dejar entrar la luz de forma sutil, sin necesidad de abrir la pared o derribar un muro más.
Una solución para metros cuadrados limitados
Para realzar y ampliar una habitación pequeña sin afectar a su volumen, la mejor solución es añadir un gran hueco. Se trata de una regla clásica en materia de distribución y es perfectamente aplicable para responder a las necesidades dimensionales de un dormitorio.
El mirador es, por tanto, la alternativa que libera espacio a la vez que mejora el aspecto de la habitación. Su función es disimular los metros cuadrados que faltan para que la habitación sea visualmente espaciosa.
El paisaje tras el cristal integra suavemente el encanto de la habitación. Incluso por la noche, la conexión con el mundo exterior se mantiene a la vista para ayudar a conciliar el sueño. La elección de un acristalamiento doble o cuádruple es una opción que corresponde a cada propietario, teniendo en cuenta el estilo y la forma deseados de la habitación.
Un elemento decorativo esencial
La instalación de un mirador para sustituir la opción de una ventana convencional tiene principalmente fines decorativos. Las superficies transparentes y espaciosas del vidrio son apreciadas para aportar un toque moderno a la habitación.
Por ejemplo, combine la elegancia y la practicidad de una ventana corredera con muebles cuidadosamente elegidos con un estilo limpio. El resultado es ligero y sensato, y al despojar aún más la habitación de muebles no esenciales, el encanto indómito del conjunto se afirmará brillantemente.
Además, en el sector inmobiliario, la presencia de un mirador puede añadir valor a una propiedad y mejorar su valoración a ojos de los inversores y compradores.